Deseo y suerte.

Mereces todos los pétalos de flores

donde se jueguen a la suerte si le quieres o no.

Un trébol de la suerte deseando tu amor.

Mereces que alguien sople las velas de un pastel pensando en ti.

una uva el 31 de diciembre.

Mereces que te lleven al cielo,

y te hagan el amor con tan solo un beso.

Mereces cada palabra y cada gesto.

Mereces un ramo de rosas

y treinta mil estaciones.

No importa tu género,

esto no se trata de sexo, distinción ni clases sociales.

Entre querer y ser, todos merecemos.

Mereces muchos rituales,

viajar por el mundo,

entre tanta superstición

y actos culturales.

Encontrar la fórmula y ecuación

y convertirte en deseo.

Tú, vida mía, mereces lo que das,

eres de esas personas que dejan amor por donde van.

Mereces desear y alguien desea tenerte,

benditos los afortunados.