Nublando sentidos.


Yo quería miles de cosa,
un sueño,
una pasión y un vaso de ron.
No un sentimiento,
ni un lugar,
mucho menos un recuerdo.

Entre tanto andar,

y que el pasado hiciera estragos.
Entonces llegó adueñándose del corazón,
nublando sentidos,
acariciando el alma,
convirtiéndose en tormenta.


Y me di cuenta,
yo no sabía que era el amor
pero de alguna forma,
le mire con admiración.
Selle un pacto con tinta indeleble,
en un trozo de su alma.
Aun mis sentidos siguen cautivados
después de tantas horas,
segundos convertidos en eternidades,
el tiempo ahora se me olvida o es incontable.
Después de tanto,
le sigo mirando como si fuera arte y a la vez un juramento.



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